¿Qué hacemos?

Nuestra espiritualidad nos impulsa a vivir como menores entre los menores y a cumplir nuestra misión en una realidad concreta. Obviamente, somos conscientes de los cambios suscitados a lo largo del tiempo, los pueblos y ciudades han crecido, los medios de comunicación han evolucionado, el pensamiento y criterios de la sociedad se han diversificado.

Justamente, en esta realidad, nos esforzamos por ser hermanos y por establecer nuestra relación con Dios, los demás y la creación; es decir, de llevar el plan evangelizador, en comunión con la Iglesia, según los signos de los tiempos actuales. Servimos al pueblo de Dios en diversas parroquias, santuarios y lugares de misión como Zamora Chinchipe y Galápagos; formamos a niños y jóvenes a través de los centros educativos, y tratamos de llegar a miles de hogares con un mensaje evangélico positivo, lleno de valores y esperanza por medio de las emisoras franciscanas.